Tarde de lluvia

"Hay historias que nunca se te pueden olvidar. La mía transcurrió hace ya unos años en mi ciudad natal. Y no me pasó a altas horas de la noche, ni tampoco iba sola ese día, sin embargo, cuando alguien quiere hacerte daño dan igual estas circunstancias.

Mi amiga y yo decidimos ir al cine por la tarde aquel día, y al salir nos sorprendió una fuerte lluvia que cubrió todo el cielo de negras nubes. Ninguna llevaba paraguas así que decidimos guarecernos en un patio de columnas. Fue entonces cuando un hombre decidió acercarse a nosotras y decirnos cosas un poco obscenas y pidiéndonos, mientras continuaba aproximándose, que fuésemos con él.

En ese momento no sabes cómo reaccionar: nos quedamos quietas y recuerdo que pensé por qué tenía que pasarnos esto. Me llené de valor y lo aparté de nosotras pidiéndole que se marchara, viendo su negativa le dije a mi amiga que corriera.

Ya había recorrido bastante distancia cuando vi que mi amiga no estaba a mi lado, un escalofrío me recorrió toda la espalda. Me giré rápidamente y vi como aquel hombre la había agarrado mientras ella luchaba por zafarse. Volví con el corazón acelerado, podía notar como latía en mis oídos. Tiré de la capucha de aquel hombre lo más fuerte que pude y conseguí apartarlo. Agarré a mi amiga del brazo y corrimos y corrimos hasta que vimos la calle principal. Estábamos empapadas y asustadas, fue una experiencia terrible que no le deseo a nadie. Todo el mundo tiene derecho a pasar un día tranquilo y relajado sin tener que lidiar con este tipo de personas. Eso es lo más lógico, ¿no?"

Segunda historia proporcionada por nuestra compañera Cristina de una tarde de lluvia bastante escalofriante, parece de película pero es la pura realidad: cosas como estas pasan a diario y, como se queda en susto, no se le da importancia, ¡pero la tiene! No te calles #marcaelimite